“variações infímas podem alterar irreversivelmente o padrão dos acontecimentos” Uma simples mistificação dos economistas americanos, fazendo tábua rasa da distinção entre o Valor de Uso e o Valor de Troca das mercadorias, cientificamente dada a conhecer á Humanidade por Karl Marx em “O Capital” moldou o mundo do pós-guerra tal e qual o conhecemos.

domingo, junho 25, 2006

a Mão de Obra nos Estados Unidos

continuação do artigo de David Streitfeld, publicado no “Los Angeles Times”










"Sucede por lo tanto que para la mayor parte los costos de vida han aumentado mucho más aceleradamente que los aumentos anuales. La última semana un informe del gobierno señaló que debido al aumento de los precios de la energía, la inflación aumentó en setiembre de 2005 dos veces mas que los salarios
El democrático Instituto de Políticas Económicas (Economic Policy Institute) ha declarado que " esta situación configura la mayor baja de la capacidad adquisitiva en decenios "
El inmovilismo o la baja de los salarios contribuye a amortiguar la inflación, pero es un triste consuelo para los que ven sus bolsillos cada vez más vacíos.
En el período en que las industrias tradicionales , como las de las piezas automotrices y de las líneas aéreas, se esfuerzan en adaptarse a difíciles circunstancias, sus empleados son especialmente vulnerables.
Cuando hace alrededor de dos meses los mecánicos de la Northwest Airlines Corporation hicieron huelga preventiva para bloquear la baja de sus salarios en un 25%, la compañía los reemplazó inmediatamente. Dichos trabajadores se encuentran actualmente ante un ofrecimiento de la empresa que incluye la misma reducción salarial y una protección social menor que la que les ofrecían antes de la huelga.
Las perspectivas de los obreros de base de Delhi son igualmente sombrías: el 8 de octubre, la sociedad solicitó beneficiarse con las garantías de una ley estadounidense de protección ante una eventual quiebra. Los especialistas de la historia del trabajo no recuerdan un período en el que durante una recuperación económica, se halla solicitado en una sola empresa en tal cantidad y al mismo tiempo el abandono de tantas ventajas.
Los responsables del sindicato United Auto Workers, declaran que se trata de « sacrificios estraordinarios » en momentos en que Delphi especialmente, está tomando medidas "repugnantes" al aumentar el monto de sus contratos con el objeto de mantener a sus cuadros de alto nivel
Los críticos dicen que los empleados de Delphi, que ganan 27 dólares por hora, además de algunos beneficios sustanciales como la cobertura de salud y la jubilación complementaria, le cuestan mucho a la empresa impidiéndole mantener la competitividad. En comparación los trabajadores de las fábricas Delphi, ganan apenas 3 dólares por hora.
« Las empresas no pueden ya otorgar opulentas ventajas por enfermedad ni compromisos ilimitados de jubilaciones complementarias" declaró el economista Peter Morici un negociador comercial y administrativo de Clinton. Y agrega que el sindicato UAW " debió haber educado" a sus miembros desde hace mucho tiempo "mostrándose realista" en sus exigencias
El nuevo contrato de Delphi va a sentar un precedente para las negociaciones de GM, Ford y Daimler Chrisler. Ford declaró igualmente el lunes último que había iniciado conversaciones con su sindicato para reducir los aportes en los seguros de salud.
La industria automotriz ha sido un indicador de las orientaciones salariales desde su creación. Ya en 1914 Henry Ford anunció jornadas de 5 dólares , duplicando de golpe los salarios de sus 150000 trabajadores en las cadenas de ensamblaje e inaugurandp lo que el diario de Detroit llamó "una nueva era industrial"
En dicha época los trabajadores indicaban el camino. Actualmente son considerados como condenados.
Steve Szakaly, un economista del Automotive Research Center (Centro de investigaciones automotrices) ha declarado « existe consenso sobre el hecho de que las antiguas industrias
de trabajo en cadena están a punto de desaparecer" En el seno de una economía mundial estamos todos destinados a transformarnos en empleados terciarios. Y Delphi también coincide con esto"
Con base en Troy ( Michigan) , esta compañía, una industria complementaria fundada en 1999 por General Motors , no es tan antediluviana como pareciera. Más de las dos terceras partes de sus 185.000 empleados trabajan ya fuera de los EEUU y está en tren de detener y de modernizar sus fábricas estadounidenses. Este año se cerró su única fábrica californiana sita en Anaheim
En su página de Internet , la empresa proclama «En tanto empleadora de categoría internacional Delphi ofrece una protección de carácter mundial a sus empleados de tiempo completo" Sin embargo la orgullosa declaración ha cobrado recientemente un sentido diferente; los trabajadores de Delphi de los EEUU declara la dirección, deben ganar un salario más cercano al que se gana en otras partes del mundo.
Se informa que las vacaciones se reducirán de seis a cuatro semana y que aumentarán las primas de seguro de salud, mientras que las contribuciones de la empresa a las jubilaciones complementarias van a disminuir. Los días feriados pagos serán reducidos de 17 a 10 en total y por todo concepto Los salarios también disminuirán hasta un máximo de 10 a 12 dólares por hora. Esto significa que los trabajadores de Delphi no podrán seguir comprando los automóviles que contribuyen a fabricar
Robert S. Miller, experto en reorganización, nombrado para dirigir la firma el verano pasado declaró en una conferencia de prensa que los trabajadores no debian sentirse mal puesto que comparó la situación con una tempestad a la que los ha llevado la globalización
Es una tempestad que ha arrasado a otras industrias estadounidenses, Thomas Pailey , economista y antiguo asistente del director de relaciones públicas del sindicato AFL-CIO dijo que se trataba " de una muerte ocasionada por miles de golpes de látigo lo que hace que escape al radar político"
« Fué golpeando hábilmente primero a la ropa, luego al amoblamiento, después a los textiles y luego al acero" agregó Pailey. El fenómeno se produce siguiendo una escala de valores . Las pruebas se notan en los artículos fabricados en Filipinas. En la India actualmente los radiólogos interpretan las curvas procedentes de hospitales de los EEUU. Los fundamentos mismos del trabajo han sido atacados.
La mundialización tiene muchos admiradores e innegables ventajas. Cada uno de las fábricas de piezas desprendidas que Delphi instala en ultramar mejora el nivel de vida local. En los EEUU donde los fabricantes nacionales y los importadores compiten por proveer las mercancías a precios más baratos, la mundializaciòn contribuye a mantener los precios más bajos.
Algunos economistas solo ven ventajas. Donald Kohn gobernador de la Reserva Federal , declaraba en un discurso reciente que la tasa de desocupación del 5,1% en los EEUU , "muestra evidentemente que nuestra capacidad de crear empleos adaptados a las necesidades no se ha visto alterada" por la competencia internacional.
Otros no son tan optimistas « ¿Cómo hacen las empresas estadounidenses para ser competitivas en el marco de la economía mundial? pregunta Harley Shaiken, un economista de la Universidad de Berkeley en California. •" Si la única manera de mantener el atractivo es pagar 10 dólares por hora, existe un peligro mucho más importante que el de Delphi. Estamos ante una sociedad en el que la gente en lugar de entrar en la clase media sale de ella"
La elección presidencial del año pasado provocó un debate sobre la globalización y la deslocalización de los empleos que produjo mucho revuelo pero poco esclarecimiento. Algunos dijeron que el fenómeno había sido exagerado en una economía que crea y elimina millones empleos por año.
Otros sostienen que el fenómeno se acrecentará y afectará a millones de empleados.
Jared Bernstein, un economista del Instituto de Economía Política ha admitido: "Talvez estemos buscando en el lugar equivocado"
Es posible que se hayan perdido miles de puestos por el auge de los menores costos del empleo en ultramar. Pero lo que no está suficientemente reconocido es que muchos otros millones mantiene sus empleos - o por lo menos un trabajo - aunque haya sido perdiendo la protección social actual o futura.
Las historias laborales que presentan las perspectivas más desoladoras ignoran de qué modo podría detenerse este decadente proceso
Léon Fink, redactor de la revista Labour : Studies in Working-Class History of the Americas (Trabajo: estudio de la historia de las clases trabajadoras de los EEUU) ha escrito « antes existía para el trabajador un nivel básico de protección social, de ahora en mas estamos viviendo en un período en que las antiguas reglas crujen".

 
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