OBSERVACIONES SOBRE LA MÁQUINA DE MENTIR
"Se podrá objetar que la rápida reseña que acabo de hacer sobre la cobertura del 11 de septiembre por la CNN está orientada de modo a inducir una conclusión.Esa es exactamente la función del periodista y la responsabilidad delintelectual. Yo analicé con distanciamiento, de manera objetiva, lo ocurrido en esos días y sólo me referí a los elementos que consideré más significativos.Puede impugnarse el significado que les atribuyo, pero no los hechos que destaco.
La CNN cumplió bien esa jornada difundiendo informaciones que no podía comprobar. Además, en el episodio del supuesto avión sobre el Pentágono, la cadena retransmitió conscientemente un absurdo, mientras que en el caso del pseudo bombardeo de Kabul, fabricó una mentira. No estamos ante un programa de información, sino de propaganda, comparable a la del doctor Goebbels al anunciar que el incendio del Reichstag era responsabilidad de terroristas extranjeros y exigía leyes de excepción para «salvar la democracia».
«El efecto CNN» funciona con esta eficacia porque la cadena cubre todos los acontecimientos internacionales y brinda sus imágenes a sus colegas del mundo entero. Desde este punto de vista, a los Estados Unidos les interesaba alentar la creación de cadenas de información continua en todas partes del mundo para que retransmitieran la programación de la CNN.
No obstante, cuando la batalla de Afganistán, una pequeña cadena de información continua se convirtió por sí misma en un punto de referencia para sus colegas, poniendo así en peligro el monopolio y el efecto CNN. Al-Jazeera, propiedad del emir de Qatar, se le fue de las manos a quienes la crearon. Destruirla, por tanto, se convirtió en una obsesión para el Pentágono. Durante la batalla de Afganistán, su oficina en Kabul fue bombardeada.
Su director local, Tayssir Allouni, que pudo sobrevivir, se refugió en la oficina de Abu Dhabi TV, que fue bombardeada de inmediato. Escapando de nuevo a la muerte, se refugió en el hotel Palestina, donde se alojaba la mayoría de los corresponsales extranjeros. Un blindado estadounidense tiroteó entonces el hotel. Simultáneamente, el sitio Internet en lengua inglesa de Al-Jazeera fue atacado y destruido. Presionadas, las sociedades informáticas asociadas a la cadena de Qatar anularon todos sus contratos, de modo que Al-Jazeera se vio de pronto sin sitio ni técnico web. Es probable que los próximos ataques se dirijan contra Abu Dhabi TV, la nueva cadena del Sheik Zayed, que está tratando a su vez de imponerse como punto de referencia internacional.
La evolución del modelo CNN para los Estados Unidos está influida por las teorías filosóficas de los neoconservadores y corresponde al cambio de tono de Fox News. Discípulos de Carl Schmitt, Leo Strauss y Alan Bloom, los neoconservadores piensan que la política es, ante todo, saber distinguir a sus amigos de sus enemigos. De ello se deriva que las entrevistas de personalidades ya no tienen por objetivo explicar sus puntos de vista, sino dar a conocer a los televidentes si son amigos o enemigos y, en este caso, ridiculizarlos públicamente.
La mayoría de las entrevistas de CNN son preparadas por un pequeño equipo editorial que previamente pone por escrito las preguntas. El presentador se limita a leerlas en el teleprompter sin tomar en cuenta las respuestas que recibe. Ya no hay diálogo, ni deseo de entender, sino un realce o un menosprecio del invitado según sea este amigo o enemigo.
Los responsables de este equipo editorial participarán también en lo adelante,junto con los principales jefes de la prensa estadounidense, en un encuentro semanal en el Metropolitan Club de Washington para debatir sobre «deontología» con los responsables de Comunicación de la Casa Blanca. Así, no es por la fuerza, sino en forma de «gentlemen agreement» y en nombre del «sentido de las responsabilidades nacionales» que se fija la línea política de la propaganda del Estado. La vulgaridad y la repetición de mentiras por el momento no han afectado «el efecto CNN». Por el contrario, la cadena ha aprendido a jugar con la inmediatez, para aumentar la labilidad de memoria de los televidentes, y con la reminiscencia de los símbolos inducidos por analogía.
2003 en adelante: la rutina de la mentiraA partir del trauma de la guerra de Vietnam, el general Colin Powell desarrolló
dos principios de comunicación:
1) El costo de sangre debe ser el más bajo posible para la población estadounidense. De ahí el «cero muerto» en nuestras filas, y el actual recurso masivo a reclutados extranjeros.
2) Para librarnos de las infamias de la posguerra, hay que implicar de antemano a los Estados aliados haciéndolos participar simbólicamente en las operaciones militares. De ahí el deseo de establecer coaliciones, más o menos ficticias, y de reformar la OTAN para confiarle el mantenimiento de la paz en Yugoslavia, Afganistán y, muy pronto, en Irak. También en esto «el efecto CNN» se muestra eficaz.
1) En la guerra vista por CNN, los «buenos» nunca derraman lágrimas ni sangre. Así, cuando la primera Guerra del Golfo, Powell hizo embarcar cámaras de CNN en las cabinas de los aviones de bombardeo. El espectador participa en la operación como si se tratara de un video-juego. Nunca ve el drama humano que se desarrolla en tierra. Durante la segunda Guerra del Golfo, los periodistas se embarcaron junto con las unidades de combate.
No obstante, primero tenían que firmar un contrato de 50 puntos mediante el cual se comprometían especialmente a no relatar los horrores de la guerra. La CNN pudo entonces difundir imágenes de la vida cotidiana de los soldados estadounidenses. El televidente puede participar de su epopeya, pero ignora todo de los combates reales.
La guerra se ha convertido en un espectáculo grandioso y correcto. Sólo los molestos Al-Jazeera y Abu Dhabi TV difunden imágenes de los prisioneros de guerra estadounidenses y de su descalabro moral. El departamento de Estado vocifera a menudo que se violan las convenciones de Ginebra. Para conservar su posición de cadena mundial de referencia, la CNN está obligada a transmitir esas imágenes, pero únicamente en sus emisiones para el extranjero y las censura para el público estadounidense. En este preciso momento, hay algo que no marcha bien: la CNN ha optado ahora por priorizar la propaganda interna y nola externa. La máquina de mentir se vuelve contra el pueblo de los Estados Unidos.
2) Si Washington no tuvo dificultad alguna en crear una amplia coalición en 1990 porque Irak había violado la soberanía de Kuwait, le fue difícil hacerlo en el 2002. Colin Powell, convertido en secretario de Estado, opta entonces por pretender que el Irak tercermundista constituye una amenaza para la primera potencia del mundo.
Para hacer creíble este absurdo, afirma que Bagdad cuenta con armas de destrucción masiva, que Sadam Husein es un psicópata capaz de utilizarlas contra los Estados Unidos y que, además, era el verdadero responsable de los atentados del 11 de septiembre, hasta entonces, sin embargo, atribuidos a Osama Bin Laden.
En su presentación ante el Consejo de Seguridad, Colin Powell pretende, por medio de fotografías satélites, probar con evidencias la fabricación de armas bacteriológicas. La metodología es grotesca: el color de los techos de una fábrica no muestra lo que se fabrica en ella. La CNN difunde mundialmente en directo este discurso.
La puesta en escena permite dar una cierta credibilidad a propósitos que no la tienen. Powell imita a Adlai Stevenson al mostrar fotos de los misiles rusos cuando la crisis en Cuba. Muestra a los televidentes un frasco de ántrax, no en fotografía, sino en su mano. Es a los televidentes a quien se dirige y no a los miembros del Consejo de Seguridad, ya que estos sólo pueden interpretar este gesto como una amenaza contra ellos.
Concluyamos sobre este objetivo. Una consecuencia inesperada del hundimiento del Imperio soviético habría sido el desarrollo descontrolado del sistema de propaganda estadounidense. Este ha encontrado en la CNN un nuevo instrumento de difusión. Su fuerza reside en el concepto de información continua que transforma la actualidad en un espectáculo e impide toda forma de análisis.
La multiplicación de las cadenas nacionales de información continua, que retransmiten en directo las imágenes de la CNN, ha minimizado el efecto CNN y la vulnerabilidad de los televidentes.
La cadena está ya articulada con el aparato estatal de Washington y sus competidores potenciales son atacados por las fuerzas armadas estadounidenses. La información continua se ha convertido en un modo de condicionar la opinión pública. No obstante, lejos de quejarnos de esta libertad, nos complace esta manipulación de la cual somos parcialmente conscientes. Ya nadie cree en laveracidad de la CNN, pero todo el mundo la ve, directamente o mediante retransmisión por otras cadenas.
El espectáculo CNN nos fascina: nos permite, a escala planetaria, entrar en comunión con una misma tragedia. Y, como la embriaguez, el disfrute de la «catarsis» que nos brinda nos hace olvidar que, en el Imperio Global, la huida ya no es posible, y la libertad no es más que un recuerdo".
publicado no "Grano de Arena" blogue da ATTAC